jueves, octubre 29, 2009

Lo violento de vivir en Araucanía

Lo violento de vivir en Araucanía

22 de octubre de 2009

¿Un pequeño con un arma de juguete será considerado terrorista? ¿Desde cuándo Carabineros tiene permiso de caza para disparar perdigones a humanos? ¿Por qué cuando un niño “blanquito” padece algo, llegan cadenas de e-mail pidiendo ayuda y cuando es “mapuchito” importa poco verlo sangrando? ¿Cuándo olvidamos los adultos leer la Declaración de Derechos de los Niños? ¿Ya no tejerán las abuelas pasamontañas coloridos; por miedo a inculpar a los nietos? ¿Por qué los dibujos infantiles cambiaron el azul del cielo por tierras rojas? Lo violento de vivir en Araucanía es toda la violencia que aparentemente no vemos, que no oímos, que no estamos soñando.
“Un hombre puede olvidar que le hayan matado a su padre, pero no que le hayan robado su tierra”, leí alguna vez en un libro de refranes occidentales.En esa frase hay mucho de la ideología occidental, judeocristiana y grecorromana, si se quiere especificar. Lo primera es que se pone la propiedad privada por sobre las personas. No ocurre así -me parece- entre los mapuche, para quienes la tierra en cuanto madre y padre; el territorio en tanto propiedad de los antepasados que deben respetarse también “vive”. Importa tanto la muerte de los antiguos como la degradación del Territorio. Aunque yo no vengo a decir qué piensan ellos ni lo que deben pensar, dejemos de lado esa arrogancia académica.
Ésta es una invitación a reflexionar, con la mirada de alguien nacido en el sur y que ha estado en el norte. La sociedad mapuche evidencia algo que a nosotros lo no-mapuche, los “ka mollfünche” (los de “otra sangre”), para no entrar en el saco de “winka = blanco/forastero/ladrón”, nos flaquea: Memoria.
Esta desmemoria o esos recuerdos por conveniencia, pueden deberse a que confiemos a los papeles lo vivido; en vez de hacerlo a la cabeza (lonko), a la palabra (nütram) y al corazón (piwke). Puede deberse a que hayamos cambiado el trato de persona a persona por mensajes de texto. Puede deberse a muchas cosas, aunque especialmente a que con frecuencia olvidamos que antes de los países inventados hace tan poco, hubo identidades regionales, agrupaciones familiares y que fuimos bandas, familias extensas, clanes y tribus. Eso no es ser "salvaje".
Ninguno llegó aquí con un computador en la mano, hablando de Democracia, Estado y Nación.¿Quién de los “orgullosamente europeos”, reivindica a su antepasado celta o galo? ¿Quién “negadamente africano” saca a colación a su tátara abuelo traído como esclavo de las costas africanas? ¿Quién esforzadamente asiático piensa en qué zona de la Pangea domesticó caballos su antecesor?
Las manchas de nacimiento en la espalda, los lunares, las pecas, el pelo ondulado, los dientes para raer, el pie egipcio contienen mensajes que hemos desoído por años.Puede deberse a que nuestros abuelos terminan confinados en un hogar de ancianos o al andar con audífonos o viendo tevé. ¿Quién ha visto hogares de ancianos mapuche? Los kuifikeche, los “mayores” (¡sabia traducción!) son (o eran) los encargados de formar a los niños, de transformarlos en gente, gente recta, gente auténtica y finalmente les conducían por el camino de la sabiduría, reservada a algunos (sabios también mayores o “ancianos” en “nuestra” lengua castiza).
Pero nosotros en cambio enviamos a los niños a ser formados por profesores, esforzados profesionales mal pagados, mal vistos y estigmatizados. Dejamos que nos enseñen de la vida quienes no tienen tiempo para aprovechar la propia; creemos que debemos enseñar el principio de autoridad en vez del principio de amor fraternal.Pagamos impuestos que terminan en el fusil de un jovencito de 18 años que tiene permiso para matar por usar uniforme y pelo corto, pero no para gobernar(se) ni votar (que tampoco es gran cosa). Jovencito o jovencita que a esa edad recién viene saliendo del colegio.Nada de universidad; nada de ver otras realidades.
Leía estos últimos días con preocupación -ya no con sorpresa- acerca de los resultados de un nuevo allanamiento en Temucuicui, de la violencia en Mehuin, de los patrullajes en Maquehue. Las imágenes daban cuenta de niños sangrantes, de niñas que algún día serán madres con sus abdómenes perforados por piezas de acero. Pequeños que apenas articulan palabras veían a sus padres con perdigones incrustados en los cuerpos. Una escuela estaba bajo la línea de fuego y su patio rodeado de gases cancerígenos.
Hombres de verde y de azul (con uniforme y sin), tiraban al suelo y pisoteaban dignidades, insultaban gratuitamente, amenazaban con armas.
¿Es ésa la sociedad que queremos? ¿Ése era el progreso que entró a Ngulumapu (Araucanía), junto con el tren que pasó por el Viaducto del Malleco que Balmaceda inauguró? ¿Ésa es la civilización que el diputado Vicuña Mackenna promovía (además de la incorporación de Rapa Nui)?
La semana pasada un pequeño declaraba con firmeza: “que lo den de baja, él no tiene derecho a hacerme esto”, refiriéndose al policía que lo hirió.¿Cuántos mapuches tuertos habrá? Caupolican lo era hace 500 años. ¿No se está incubando más odio?
En el 2009 igual que en el 73, se amenaza a las personas con ser lanzadas de un helicóptero.Si hemos de optar por “nuestros” parámetros de perfeccionamiento, realización personal, capacitación, por nuestra “meritocracia”... ¿cómo puede valer más lo señalado por un policía que a duras penas terminó su Educación Básica que lo que indica un “profesional” o una autoridad tradicional reconocida por su gente?
Si dejamos de lado eso y consideramos a los otros gente (che) también, el trato cambia; dejan de importar el dinero y los cartones comprados con ese mismo dinero en universidades-negocio.Como parte del “gobierno transparente” debería saberse qué preparación tienen los uniformados, cómo están sus papeles psiquiátricos y si se encuentran en condiciones de discernir entre algo tan básico como “bueno” y “malo” (funestas categorías, por cierto).En este estado de cosas, debe uno dedicar una larga cantidad de horas a leer.
Esa mala costumbre de resumir todo a un par de frases hechas por periodistas que sin la existencia del editor nos darían noticias llenas de errores ortográficos, nos ahorra tiempo pero nos priva de información clave. Deberíamos dedicar más horas a escucharnos, en todo caso.Si miramos prensa diversa algunos artículos son minuciosos, pero acá, inclinados a tener como modelo a EE.UU., con su redentorismo religioso mundial, con sus afanes mesiánicos, promovemos lo inmediato, la noticia ojalá salida de Twitter.
Nuestra sociedad de lo instantáneo se ufana celebrando los últimos doscientos años; cuando acá hay gente que lleva más de 13 mil (y es lo que hemos podido encontrar, el resto podría estar bajo el mar).
Por eso me causa extrañeza que especialmente los descendientes de los colonos (esos que pasaron “contratados” hace poco más de 100 años y recibieron del Estado tierra regalada, vacas paridas y clavos), reclamen porque consideran que se está “regalando” tierras a los mapuche. Los campesinos que trabajaron para ellos como peones e inquilinos siguen sin tierra y no recibieron ni las gracias. En Araucanía se pretendía formar pequeños propietarios al estilo del sur francés, por eso el Intendente debía autorizar a alguien para tener más de 500 hectáreas. Esa misma regla la rompió Cornelio Saavedra (Intendente además de militar) que sí, se mandaba cartas en tono amistoso con “caciques” mientras planeaba su sociedad con Bunster para construir el Ferrocarril del Sur, teniéndolo de socio.
Ahora observamos que son las propias autoridades las que se “expropian” y pagan a ellos mismos y sus amigos para construir megaproyectos aéreos, eléctricos, industriales, Kepe sabe de eso, Panguipulli sabe de eso, Melipeuco sabe de eso.
Cuando niños nos llenamos la cabeza -con el respeto que merecen los historiadores de lo occidental- de dinastías egipcias, de formaciones romanas, de señores feudales y castillos cuando en América las sociedades fueron tanto o mayormente complejas. Nada de historia del barrio, nada de Historia Regional.
Tenemos como resultado, gente a la deriva, fantasmas sin memoria creyendo ser lo que no son, lo que no han sido. Tenemos a otros, buscando héroes y redentores entre imperfectos humanos.
Lo violento de vivir en Araucanía es tener que ver en el kiosko de la esquina prensa que ha sido cómplice del despojo. Violento es no haber escuchado pedir perdones sinceros a los políticos que se disfrazan de mapuche. Violento es oir un profundo silencio cuando se llama al diálogo y que desde Santiago entiendan “monólogo” por “diálogo”. Violento es escuchar incongruencias y términos en desuso como “mala raza”, “flojera ancestral”, “lo que los mapuches necesitan es trabajo”.
Pocos necesitamos más trabajo. Sería mejor vivir bien, necesitando menos, consumiendo menos, generando menos basura por día de existencia.
Lo violento de Araucanía es que desde hace unos 50 años nos representan políticos de derecha importados de las comunas con mayores ingresos en Santiago y siguen los peores índices de educación, de pobreza, de racismo. ¿O no, señor Espina?
Curioso por decir lo menos, resulta que el ministro Viera-Gallo comience hablando de Gorbachov para referirse al Conflicto entre el Estado chileno y los mapuche.
Si hablamos de minorías, los extranjeros en Chile jamás han representado más del 5% y los mapuche nunca han sido menos que eso, bordeando el 10%.
El problema es que todo nuestro diálogo es inclusivo y todo nuestro actuar es excluyente, ignorante del otro, prejuicioso, pobre. Chilenos que se ríen de un mapuche bilingüe, con otro acento pero que no podrían decir “Rañintuleufu” o Konün Traytrayko (y por eso les ponen “Entre Ríos” o “Puerto Saavedra” en los carteles).
¿Qué hacía Lautaro entre los grandes chilenos? ¿Pondrá algún día Estados Unidos a Osama Bin-Laden entre sus “grandes norteamericanos”?
Durante el período republicano no se ocupó la palabra “Chile” hasta 1824, por decreto. Al año siguiente se firmó el Tratado de Tapihue que reconocía Autonomía del Biobío al Sur. Eso no es un país dentro de otro, eso es “la ropa sucia se lava en casa”.
Hoy, las contradicciones sin embargo corren en doble sentido, hay colocolinos muy mapuches (orgullosos de ser chilenos detestando a la Universidad de Chile) y mapuches muy colocolinos (equipo chileno que se apropió de un nombre mapuche). Pero nuestra misma existencia es una contradicción, así es que no se puede ser tan dogmático.
Lo violento de Araucanía es que se tilde de terroristas a las personas y no al Estado, que es en definitiva quien nos debe a todos (mapuche y no mapuche) una explicación y reparaciones múltiples.
¿Por qué prefirió europeos? ¿Eran menos humanos nuestros mestizos antepasados? ¿No bastaba con los habitantes antiguos que los reyes hispanos sí reconocieron como legítimos propietarios? ¿Por qué el Estado regaló tierras que no le pertenecian? ¿Por qué ahora nos encarcelan, criminalizan y golpean por decir las verdades?
Lo violento de Araucanía es que mañana por decir esto, yo podría ser acusado de ser el autor de todos los hechos de violencia de la zona, de poner bombas y de ser “indigenista” por preocuparme de aprender otro idioma (el mapudungun) tan válido como el inglés o el chino mandarín.
Hoy por hoy los libros y la música son “medios de prueba”, tal vez por eso las bibliotecas más pobres son las de Araucanía (antes se quemaba libros; ahora detienen a la gente por tenerlos).Esto no era otra cosa que una invitación a reflexionar, pero en la región cuesta que alguien pase de la primera página.
¿No quiere el Estado chileno a los que sienten, piensan, escuchan y recuerdan antes de actuar?
¿Por qué han de sentirse parte del Bicentenario los que antes y después de 1818 tuvieron en el Estado chileno un dudoso aliado y un cruel enemigo?
¿Por qué los chilenos en vez de hablar murmuran/mos?
Lo violento de vivir en Araucanía es convivir con gente que se alegra cuando ve a un niño mapuche herido y sangrando.

Fernando Ulloa Valenzuela
(temuquense)
Magíster(c) en Historia
Universidad de Chile

Publicado en: http://www.mapuexpress.net/content/publications/print.php?id=2972

http://clavero.derechosindigenas.org/wp-content/uploads/2009/10/chile-plan-operativo-estatal-de-represion.pdf

http://www.xawun.com/opinion-/54-actualidad/79-lo-violento-de-vivir-en-araucania.html

Segunda Declaración de historiadores en apoyo al Pueblo Mapuche, 19 de agosto de 2009

DECLARACIÓN PÚBLICA

Con dolor e indignación, los historiadores e historiadoras que suscribimos esta declaración, constatamos que la interpelación que le hiciéramos a la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, en enero de 2008, en torno a acoger las demandas históricas del pueblo mapuche no sólo no ha sido escuchada, sino que, por el contrario, el cerco represivo y mediático se ha intensificado. Prueba de ello es el asesinato el miércoles 12 de agosto del joven comunero mapuche Jaime Mendoza Collío. Queremos, en consecuencia, ratificar ante el pueblo chileno y la comunidad internacional lo señalado hace un año y medio atrás.

1. Rechazamos la militarización del Gulumapu (territorio histórico del pueblo mapuche), la instauración de un régimen permanente de vigilancia y terror policial, el encarcelamiento y procesamiento de comuneros mapuches y el cobarde asesinato de Jaime Mendoza Collío.

2. Consideramos que situaciones de esta naturaleza tienen una larga génesis histórica, que arrancó con el proceso de conquista y ocupación militar de la Araucanía por las huestes españolas en el siglo XVI, cuando empezó el proceso de usurpación de las tierras indígenas. Si bien la resistencia mapuche logró contener durante los siglos coloniales y en las primeras décadas republicanas el avance invasor, durante la segunda mitad del siglo XIX, a medida que el Estado nacional chileno se consolidaba, nuevamente la clase dominante fijó sus ojos en esos territorios, desplegando la mal llamada “Pacificación de la Araucanía”, que culminó con el despojo violento de las tierras del pueblo mapuche y su confinamiento en reducciones que han perpetuado su pobreza, marginación y discriminación hasta nuestros días.

3. Desde entonces la lucha de los mapuches por recuperar sus tierras ancestrales no ha cesado aunque se ha manifestado de manera diversa y ha conocido avances y retrocesos según los momentos históricos. Comenzando con la constitución de las primeras organizaciones mapuches (mutualistas y culturales) a comienzos del siglo XX hasta las actuales recuperaciones de tierras, pasando por la participación en partidos políticos, el levantamiento de Ranquil de 1934 (en alianza con campesinos pobres chilenos) y las “corridas de cerco” de los años de la Reforma Agraria, se puede observar una notable continuidad histórica en las demandas de tierra, justicia y libertad de este pueblo.

4. En los últimos años las reivindicaciones históricas mapuches han sido enfrentadas por el Estado de Chile de manera esencialmente judicial y policial, criminalizando sus luchas y negándose al reconocimiento de su autonomía como pueblo. Esto se ha traducido en una creciente militarización de la Araucanía, la aplicación de la Ley Antiterrorista, heredada de la dictadura militar, y el cerco mediático oficial respecto de la realidad que se vive en ese territorio.

5. Los principales agentes del Estado, al igual que las autoridades regionales y locales de la Araucanía, los partidos políticos representados en el Parlamento, las organizaciones empresariales y la mayoría de los medios de comunicación social han patrocinado o avalado esta ofensiva represiva contra las comunidades mapuches, guardando un silencio cómplice o deformando groseramente lo que está ocurriendo.

6. Esta situación requiere un drástico cambio de política del Estado de Chile, que debe asumir un reconocimiento pleno de la diversidad de pueblos originarios existente en nuestro país, lo que implica, entre otros puntos, la autonomía política de las comunidades indígenas, la devolución de sus tierras arbitrariamente usurpadas en base al “derecho de Conquista” y el pleno respeto de los Derechos Humanos de sus integrantes.

7. Frente a la justicia de las demandas históricas del pueblo mapuche y teniendo presente el actual escenario represivo que el Estado chileno ha configurado en la Araucanía, manifestamos nuestra más profunda solidaridad con el pueblo mapuche y advertimos a las autoridades de gobierno que la violencia desatada por la policía en la región sólo legitima el derecho a la autodefensa de aquellos históricamente agredidos.

Santiago de Chile, 19 de agosto de 2009.

Sergio Grez Toso, Universidad de Chile.
Igor Goicovic Donoso, Universidad de Santiago de Chile.
Julio Pinto Vallejos, Universidad de Santiago de Chile.
Jorge Pinto Rodríguez, Universidad de La Frontera (Temuco).
Patrick Puigmail, Universidad de Los Lagos (Osorno).
Milton Godoy Orellana, Universidad Academia de Humanismo Cristiano.
Verónica Valdivia Ortiz de Zárate, Universidad Diego Portales.
Augusto Samaniego Mesías, Universidad de Santiago de Chile.
Margarita Iglesias Saldaña, Universidad de Chile.
Alberto Díaz Araya, Universidad de Tarapacá (Arica).
Pablo Aravena Núñez, Universidad de Valparaíso.
Alejandra Brito, Universidad de Concepción.
Manuel Loyola, Universidad Católica Cardenal Raúl Silva Henríquez.
Pedro Rosas Aravena, Universidad ARCIS.
Luis Corvalán Márquez, Universidad de Valparaíso.
Nelson Castro, Universidad de Valparaíso.
Sergio Caniuqueo Huircapán, Comunidad de Historiadores Mapuche.
Luis Vitale Cometa, Universidad de Chile.

Mississippi-Mehuín teñidos de verde policial

Mississippi-Mehuín teñidos de verde policial
El fin de semana del 23 y 24 de agosto de 2008, la comunidad pesquera mapuche-lafkenche de Mississippi, en la desembocadura del río Lingue al Mar (Región de Los Ríos, al sur del río Toltén), vio como hasta dos micros y un furgón con baliza y policías se apostaban en la escuela, sobre la cancha de fútbol y a muy pocos metros de los niños que jugaban. La justificación era la "protección". ¿De quién? En realidad, los protegidos parecieran ser los intereses de CELCO (Celulosa Arauco Constitución S.A.) quien ha mantenido una campaña de desprestigio y de pago a cambio de no realizar manifestaciones en contra de este ducto de desechos de celulosa; ESA MISMA CELULOSA QUE MATÓ A LOS CISNES EN EL RÍO CRUCES.

La empresa del grupo económico Angelini (que maneja entre otras cosas Copec, Abastible, Forestal Arauco, Maderas Cholguán, industrias de la harina del pescado en el norte, Seguros Cruz del Sur, AFP Summa, Soprole, etc), planea gastar menos de 10 millones de dólares construyendo el ducto, a diferencia de los no despreciables U$ 100 millones que costaría hacer una planta de tratamiento. Anacleto Angelini (quién sabe si en paz descansa), "el jefe de jefes", financiaba las campañas electorales de todos los sectores políticos y lograba la aprobación de sus proyectos aunque implicaran daño ambiental, mediante el pago de elevadas sumas. Bien sabe uno que menos del 5% de los proyectos de centrales, minería pesada, etc., (los menos amigables con el medioambiente) han sido rechazados.

Bien lo sabía este señor. Murió teniendo la fortuna más grande de Sudamérica con un patrimonio de unos 6.000 millones. Le fue dada la nacionalidad chilena "por gracia" en tiempos de la Concertación pero sus negocios venían de mediados del siglo XX; por su misma influencia el Papa J.P. II lo declaró "Comendador" (que es una distinción honorífica que implica "velar" por los intereses de algo como la monarquía o la Iglesia y en el segundo caso aportar algún cheque millonario).

Los pescadores artesanales, habitantes históricos y milenarios de la zona se han opuesto y han recibido inclusive disparos con artillería pesada de parte de la Armada, la más golpista de las ramas de las fuerzas armadas. Esos mismos pescadores llaman al proceso: Militarización del Lafkenmapu. A eso me refiero con el teñirse de verde policial. Los pinos y su verde, las empresas y sus dólares verdes, no son sinónimo de vida.
Por Fernando Ulloa Valenzuela, 26 de agosto de 2008.

Primera Declaración historiadores en apoyo al Pueblo Mapuche, 10 de enero de 2008

DECLARACIÓN PÚBLICA
En presencia de los gravísimos acontecimientos acaecidos últimamente en la Araucanía, que han significado la virtual militarización del territorio histórico del pueblo mapuche, la instauración de un régimen permanente de vigilancia y terror policial y el asesinato del joven estudiante y comunero Matías Catrileo Quezada por miembros del cuerpo de Carabineros de Chile, y ante la indiferencia de las principales autoridades del Estado frente a la huelga de hambre de los prisioneros políticos mapuches, los historiadores e historiadoras abajo firmantes declaramos:

1.- Los hechos mencionados tienen una larga génesis histórica, que arrancó con el proceso de conquista y ocupación militar de la Araucanía por las huestes españolas en el siglo XVI, cuando empezó el proceso de usurpación de las tierras indígenas. Si bien la resistencia mapuche logró contener durante los siglos coloniales y en las primeras décadas republicanas el avance invasor, durante la segunda mitad del siglo XIX, a medida que el Estado nacional chileno se consolidaba, nuevamente la clase dominante fijó sus ojos en esos territorios, desplegando la mal llamada "Pacificación de la Araucanía", que culminó con el despojo violento de las tierras del pueblo mapuche y su confinamiento en reducciones que han perpetuado su pobreza, marginación y discriminación hasta nuestros días.

2.- Desde entonces la lucha de los mapuches por recuperar sus tierras ancestrales no ha cesado aunque se ha manifestado de manera diversa y ha conocido avances y retrocesos según los momentos históricos. Comenzando con la constitución de las primeras organizaciones mapuches (mutualistas y culturales) a comienzos del siglo XX hasta las actuales recuperaciones de tierras, pasando por la participación en partidos políticos, el levantamiento de Ranquil de 1934 (en alianza con campesinos pobres chilenos) y las "corridas de cerco" de los años de la Reforma Agraria, se puede observar una notable continuidad histórica en las demandas de tierra, justicia y libertad de este pueblo.

3.- En los últimos años las reivindicaciones históricas mapuches han sido enfrentadas por el Estado de Chile de manera esencialmente judicial y policial, criminalizando sus luchas y negándose al reconocimiento de su autonomía como pueblo. Esto se ha traducido en una creciente militarización de la Araucanía, la aplicación de la Ley Antiterrorista, heredada de la dictadura militar, y el cerco mediático oficial respecto de la realidad que se vive en ese territorio.

4.- Los principales agentes del Estado, al igual que las autoridades regionales y locales de la Araucanía, los partidos políticos representados en el Parlamento, las organizaciones empresariales y la mayoría de los medios de comunicación social han patrocinado o avalado esta ofensiva represiva contra las comunidades mapuches, guardando un silencio cómplice o deformando groseramente lo que está ocurriendo.

5.- Esta situación requiere un drástico cambio de política del Estado de Chile, que debe asumir un reconocimiento pleno de la diversidad de pueblos originarios existente en nuestro país, lo que implica, entre otros puntos, la autonomía política de las comunidades indígenas, la devolución de sus tierras arbitrariamente usurpadas en base al "derecho de Conquista" y el pleno respeto de los Derechos Humanos de sus integrantes.

Santiago, 10 de enero de 2008.

- Sergio Grez Toso, Director Magíster de Historia y Ciencias Sociales Universidad ARCIS, académico de la Universidad de Chile.
- Igor Goicovic Donoso, académico de la Universidad Santiago de Chile.
- Julio Pinto Vallejos, académico de la Universidad Santiago de Chile.
- Alexis Meza Sánchez, Director de Currículum de la Universidad ARCIS, miembro del Taller de Ciencias Sociales "Luis Vitale".
- Pablo Marimán Quemenado, académico de la Universidad ARCIS, Bío-Bío.
- Sebastián Leiva, académico de la Universidad ARCIS.
- Carmen González Martínez, académica de la Universidad de Murcia, España.
- Rolando Álvarez Vallejos, académico Universidad de la ARCIS, investigador del Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz.
- Karen Alfaro Monsalve, académica de la Universidad ARCIS, Bío-Bío.
- Daniel Palma Alvarado, académico de las universidades ARCIS y Alberto Hurtado.
- Patricio Herrera González, académico de la Universidad de Valparaíso.
- Alicia Salomone, académica de la Universidad de Chile.
- Mario Valdés Vera, coordinador Carrera de Historia y Ciencias Sociales Universidad ARCIS, Bío-Bío.
- José Luis Cifuentes Toledo, académico de las universidades ARCIS (Bío-Bío) y Bolivariana de Los Ángeles.
- Gabriel Salazar Vergara, Premio Nacional de Historia, académico de la Universidad de Chile.
- Felipe A. Lagos Rojas, Magíster © en Estudios Latinoamericanos.
- Alex Díaz Villouta, académico de la Universidad ARCIS, Bío-Bío.
- Claudia Zapata, académica de la Universidad de Chile.
- Marcos Fernández Labbé, académico de la Universidad Alberto Hurtado.
- José Luis Martínez Cereceda, Director de la Escuela de Postgrado de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile.
- Ricardo Vargas Morales, académico de la universidades ARCIS Bío-Bío y Bolivariana sede Los Ángeles..
- Eduardo Cruzat C., académico de la Universidad ARCIS, Bío-Bío.
- Margarita Iglesias Saldaña, Directora de Relaciones Internacionales de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile.
- Milton Godoy Orellana, académico de las univesidades de La Serena y Academia de Humanismo Cristiano.
- Fabio Moraga Valle, profesor investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
- Eduardo Godoy Sepúlveda, profesor del profesor del Preuniversitario Popular y Solidario Luis Emilio Recabarren González, Pedro Aguirre Cerda, Santiago.
- Alberto Díaz Araya, académico de la Universidad Bolivariana sede Iquique.
- Pablo Artaza Barrios, académico de la Universidad de Chile.
- Francis Goicovic, académico de la Universidad de Chile.
- Pablo Aravena Núñez, Jefe de Carrera de Pedagogía en Historia y Geografía de la Universidad de Viña del Mar.
- Nancy Fernández Mella, académica de la Universidad de Talca.
- Mario Garcés Durán, académico de la Universidad de Santiago de Chile, Director de ECO, Educación y Comunicaciones.
- Elisabet Prudant Soto, ayudante de la Escuela de Historia Universidad Diego Portales.
- María Angélica Illanes, académica de la Universidad Austral, Valdivia.
- Pedro Rosas Aravena, Director de la Escuela de Historia y Ciencias Sociales de la Universidad ARCIS.
- Simón Castillo Fernández, Magíster © en Historia, Universidad de Chile.
2
- Carlos Vivallos Espinoza, Investigador CONICYT/Fondecyt de la Universidad de Concepción.
- Luis Corvalán Márquez, académico de las universidades de Santiago de Chile (USACH) y de Valparaíso.
- Raúl Núñez Muñoz, académico de la Universidad de Los Lagos.
- Augusto Samaniego, Director del Departamento de Historia Universidad de Santiago de Chile.
- Alberto Harambour Ross, académico de la Universidad ARCIS.
- Jorge Magasich, académico del Institut des Hautes Études des Communications Sociales, Bruselas, Bélgica.
- Carlos Ruiz Rodríguez, académico de la Universidad de Santiago de Chile.
- Jaime Insunza Becker, Vice-rector Académico de la Universidad ARCIS.
- Carlos Sandoval Ambiado, académico de las universidades Bolivariana y del Mar.
- Juan Carlos Gómez Leyton, Director del Doctorado en Procesos Sociales y Políticos en América Latina de la Universidad ARCIS.
- Beatriz Areyuna Ibarra, Jefa de la Carrera de Pedagogía en Historia y Ciencias Sociales de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano.
- Hernán Venegas Valdebenito, académico de la Universidad de Santiago.
- Manuel Fernández Gaete, Director Sede Los Ángeles de la Universidad Bolivariana.
- Leonardo León Solís, académico de la Universidad de Chile.
- Miguel Rojas-Mix, Doctor honoris causa de la Universidad de Santiago de Chile y de otras universidades de América y Europa.
- Jorge Rivas Medina, Magíster © en Historia de la Universidad de Santiago de Chile.
- Pedro Canales Tapia, académico de la Universidad Pedro de Valdivia, La Serena.
- Marcela Cubillos Poblete, Directora de la Escuela de Pedagogía en Historia y Geografía de la Universidad de La Serena.
- María Valeria Frindt Carretón, profesora de Historia del Arte e Historia del Diseño.
- Leonardo Mazzei de Grazia, académico de la Universidad de Concepción.
- Claudio Robles Ortiz, académico de la Universidad de Concepción.
- Iván Ljubetic, investigador del Centro de Extensión Luis Emilio Recabarren.
- Alejandra Brito Peña, académica Universidad de Concepción.
- Claudio Pérez, académico Universidad Bolivariana, sede Los Ángeles.
- Luis Jara Urrea, profesor de Historia y Geografía, Secretario CUT provincial Concepción.
- Juan Guillermo Muñoz Correa, académico de la Universidad de Santiago de Chile.
- Pedro Bravo Elizondo, académico de la Wichita State University, Estados Unidos.
- Cristián Castro, doctorando en Historia de la Universidad de California, Estados Unidos.
- Luis Alegría Licuime, académico de las universidades ARCIS y Academia de Humanismo Cristiano.
- Rogelio Alegría Herrera, académico de la Universidad Bolivariana, sede Los Ángeles.
- Carolina Andaur Marín, Doctoranda en Historia, El Colegio de México.
- Nelson Castro Flores, académico de la Universidad de Valparaíso.
- Enrique Fernández Darraz, historiador y Doctor en Sociología por el Instituto de Sociología de la Universidad Libre de Berlín.
- Patrick Puigmail, académico de la Universidad de Los Lagos, Osorno.
Jorge Benítez, Coordinador Académico de la Escuela de Historia y Ciencias Sociales de la Universidad ARCIS.
José del Pozo, académico de la Université de Québec, Montreal, Canadá.

Los avatares de una joven mapuche (Carolina Landeros Kalfunao)

LOS AVATARES DE UNA JOVEN MAPUCHE

4 de octubre de 2007

EL ENCUENTRO

Conocí a Carolina en enero de este año. Recuerdo que mientras se asaba cagüello (caballo) en olla sobre el fuego hecho con troncos en la pampa de Koz-Koz (en el pikun-huilli-mapu, o territorio huilliche del norte, cercanías de Panguipulli ahora Región de Los Ríos) correspondiente al Ngulumapu... ella cantaba a toda voz.

LO DE 1907

Habían pasado 100 años desde la junta autoconvocada de los mapunche-wijiche con motivo de las matanzas, corridas de cercos, quemas de casas, asesinatos, compras fraudulentas, despojos y destrucción de wampos o canoas que atravesaban el lago Panguipulli y que venían incrementándose en los últimos 3 años (es decir de 1904 a 1907) de manos de particulares y con oídos sordos del Estado, mediante su sistema de Juzgados y Protectorados "de Indios". Pu lonko (cabezas principales), pu kona (guerreros), com pu che (toda la gente en número de unos 2000), aclamaron al lonko Juan Catriel Rain -que pasó a ser "ñizol longko"- o principal y que luego del sacrificio del toro en el lahuen (o manzano), les representó ante el gobierno chileno: Era un lonko bilingüe y con conocidos en Santiago, un lonko joven que no olvidaba que los mapuche debían oir a sus viejos, dijo en su argumentación. Habían asistido allí Weitra y otros respetados de varias leguas alrededor, que por edad deberían haber sido los escogidos, pero el tesón del joven Catriel y su decisión, hicieron que finalmente fuese escogido. Muchos de los lugares que hoy son balnearios, tenían a sus representantes allí: gente de Kona-rüpu (o Coñaripe, sendero del guerrero), otros del Calafken (o lago como mar), gente de Cayumapu (camino a Valdivia) y así. Las noticias del "camarico o kamarikvn" (como llamaban los españoles a las juntas) fueron llevadas a Santiago por el también joven periodista Aurelio Díaz Meza y a Valdivia por el sacerdote capuchino Frauenhausl. Hubo corresponsales extranjeros como Oluf Erlandssen que también hicieron lo suyo en el extranjero con la difusión. El mismo 1907 salió un libro, antes de la matanza de la Escuela de Santa maría, en Iquique que tuvo lugar a fines de ese año.

LO DE 2007

Una centuria después, estuve en la conmemoración de Koz-Koz y decía que por largo rato oí el eco de kultrunes y trompes (instrumentos mapuche), además pude ver la cara de asombro de las gentes de Panguipulli. Por la formación que recibe uno en el colegio, era dable esperar borracheras y peleas; yo en cambio vi gente de paz y trato afable rodeando al ngiempiñ (o curador de la memoria espiritual), e invitándonos a formar parte. Me asombré también, al ver correr a los konas alrededor de la toldería una vez finalizada la parla de 4 días (de los cuales los no-mapuche estuvimos 2). Aunque sería un error no decir que hubo pre-parlamentos meses antes, donde la gente de la organización se concertó. Aquí va algo decidor: El terreno donde tuvo lugar el parlamento ya no pertenece a los mapuche y tuvo que ser pedido prestado; luego se devolvió. Nadie quemó nada, digo eso para desterrar la idea del terrorismo que los diarios capitalinos suelen asociar.

EL CANTO

Casi al final de esa noche de cielo estrellado (o con llanka en el wenumapu). Subió un grupo de amigos a improvisar el ülkantun y entre ellos: Carolina Landero Calfunao. se trataba de una mujer alta, fuerte, de cabello largo y voz penetrante. Carolina traía noticias y mensajes de esperanza. Habló a nosotros, quienes recibimos el trato de "lamienes" (o "lamgent") el equivalente de "peñi" pero que en mapuzugun -en el caso de ser dicho por una mujer- refleja respeto. Una mujer no puede decirle a uno "peñi" sino "lamien" y uno a ella debe llamarle "lamien". Así que como decía, después de saludar a toda la concurrencia incluidos los pichikeche (pollitos o niños que seguían despiertos), comenzó el ülkatun (canto) y el purrun (baile). En honor a Waikilaf su hermano, Juana su ñuke o madre, su tía, el werken de su comunidad que estaban siendo procesados y hostigados por la justicia, por no aceptar de buen grado la construcción de un camino por sus tierras y por reaccionar violentamente, según atestiguaban gendarmes, fiscales, carabineros, obreros de Frontel y hasta reos de los lugares de detención en donde habían estado todos. Quedaba ella "libre" (muy entre comillas). Los kultrunes (representaciones de la bóveda celeste) tañían y los relatos se sucedían. Allí Carolina nos habló de la lucha de su familia, de su comunidad Juan Paillalef, de la represión policial y de la criminalización de su pueblo bajo la figura de "delito terrorista" con penas que van de los 5 a 10 años de prisión (como en los mejores tiempos de Pinochet).

EL CASO DE LA COMUNIDAD JUAN PAILLALEF

Entre el 98 y la actualidad la casa de Carolina ha sido quemada tres veces, su hermano ha sido apuñalado, detenido en la Carcel de Alta seguridad, su madre ha perdido un bebé producto de una golpiza, su abuela ha recibido prohibición de visitar a su hija y su nieto, el werken (o mensajero) de su comunidad ha sido procesado junto con ella arriesgando tres años de cárcel y su madre lleva más de 50 días de huelga de hambre sin que unos 14 millones de los 16 millones de chilenos que hay se enteren. En la zona (que es la región más pobre del país, la con peor alfabetización y con mayor alcoholismo), el racismo anda a la orden del día y unos 200 kilómetros al norte, las forestales sacan cuentas jugosas mientras se culpa a la CAM (una organización de la zona de Lumaco, de quemar y atacar con métodos terroristas camiones forestales y fundos de particulares como René Urban.En 2007 ha salido el borrador de la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas (de la ONU) y los gobernantes chilenos -que no fueron capaces de aprobar el Acuerdo 169 de la OIT respecto de los "Derechos Indígenas"- se atreven a pedir membresía en organismos de derechos humanos.Rodolfo Stavenhagen, relator especial de la ONU pide en su informe 2006, que se revise especialmente la situación mapuche en Chile.¿Y?

LO SILENCIADO EN CHILE

El diario de mayor circulación en el país, ni siquiera menciona los hechos; no lo hace mientras no haya pérdidas visibles para los empresarios. El diario principal de esa región, es parte de la misma empresa y desvía la atención.El Intendente actual es el mismo que había el año 99 y se repite el plato.Una nueva forestal que se hace llamar Cautín, ha logrado saltar el escollo de comprar terrenos para plantar (los terrenos "indígenas" no se pueden por ley vender y ofrece negocio directo a los comuneros: 50 y 50 en las ganancias, mientras CONAF por decreto de Pinochet devolverá alrededor de un 70% de la inversión que la empresa hará en plantar. O sea con poca inversión, el pino gana terreno para matar con la Celulosa, los cisnes un poco más al sur. ¿Quién devolverá el agua alguna vez?En Carririñe (cerca de Liquiñe/Coñaripe y del mismo Koz-Koz), la sociedad civil se organiza contra la edificiación de centrales hidroeléctricas ahora los días 12 y 13 de este mismo mes.Los funcionarios que habían sido designados para gobernar esa región (que se estrenó oficialmente el 2 de octubre, fueron "bajados" a última hora por estar cuestionados previamente.Todo esto, habiendo sido este martes el Día Mundial de la No Violencia.

IDEA FINAL

Me queda la siguiente sensación. En Panguipulli, Carolina hizo todo el tramo descalza y sonrió cada vez que nos encontramos, se trata de una mujer fuerte. Seguirá cantándole a la vida con más fuerza, sospecho -quiero creer- en nosotros y en ella, que la Humanidad estará por sobre el dinero y la mezquindad.Será en su comunidad Juan Paillalef de la zona de Curaco (en Cunco a menos de 100 kilómetro de Temuco) o en el lugar donde esté.Calfu o Kallfü (parte del apellido de los mencionados), es azul, el color sagrado mapuche por ser el de la creación y de la bóveda celeste; del Xrofil Mapu o "todo lo vivo" que espero, no lleguemos a matar. Marrichiweu es "diez veces venceremos", para que quien alza el puño sepa lo que está diciendo. Cumplo con la misión de hablar a los míos -de ser una especie de werken o correo humano y voz- tal como prometí una vez. Fuerza Carolina, newen y kümun serán necesarios!

Fernando Ulloa Valenzuela

Mensaje de la Sociedad Civil en el marco del Parlamento de Koz-Koz 2007 (Conmemorando los 100 años)

Mensaje de la Sociedad Civil en el marco del Parlamento de Koz Koz

Mari – mari pu peñi, mari - mari pu lamgen:

En Koz-Koz, a 18 de enero de 2007, transcurridos ya 100 años desde el Parlamento encabezado por el Lonko Juan Catriel Rain, para denunciar lanzamientos y abusos en contra de su Pueblo. Nosotros, los llamados winkas –que en realidad preferimos el calificativo “no mapuche”- sin desconocer que en cada uno de nosotros laten un hombre y una mujer de la tierra, nos hacemos presentes en ánimo y palabras; con manos dispuestas a trabajar por demandas que nos parecen legítimas, en tanto consideramos a nuestros hermanos y hermanas mapuche, un pueblo vivo.

A continuación, habiendo estado en Koz-Koz Mapu, en las cercanías de Panguipulli, a la vista del Rewe y en medio del Pueblo aludido –del cual hemos recibido primero miradas, apretones de manos y luego agasajos- expondremos los puntos que nos parece pertinente hacer presentes:

1.- Apoyar la Autodeterminación tanto del Pueblo Mapuche como de todos los pueblos.

2.- Nos comprometemos a ampliar y comunicar la necesidad de reestructurar El Estado y asimismo, la Sociedad en que vivimos.

3.- Nos comprometemos a llevar a nuestras organizaciones y comunidades, la propuesta de discutir la ilegitimidad de una Constitución excluyente, como la que se nos impuso y que nos rige actualmente.

4.- Nos comprometemos a reconocer las demandas territoriales del Pueblo Mapuche, incluyendo tierras, aguas y demases recursos naturales.

5.- Procuraremos llevar estos temas a los medios de comunicación nacionales e internacionales. Al mismo tiempo, llamamos a apoyar y fomentar los medios de comunicación informales y de prensa alternativa, que permitan fortalecer las redes entre los pueblos y sus organizaciones.

6.- Reconocemos la importancia de la Cultura y Cosmovisión Mapuche. Reconocemos también la necesidad de que El Estado chileno, incluya en la Educación Formal la Cultura y Educación Mapuche y de los Pueblos Originarios. En relación a esto, los miembros de la Asamblea Nacional de Estudiantes Secundarios –aquí presentes- se comprometen a llevar esta demanda a su organización, para que sea incluida en el Petitorio Nacional.

7.- Proponemos apuntar hacia la realización, en un futuro cercano, de una Asamblea Constituyente para reemplazar nuestra institucionalidad constitucional, en la que participen todos los Pueblos de Chile, de modo que puedan ejercer su autodeterminación. En concreto proponemos la realización de un Congreso de Todos Los Pueblos, donde se genere una plataforma política para avanzar a la Asamblea Constituyente.

8.- Se plantea el desafío de reconocer desde la Sociedad Chilena, a las autoridades tradicionales mapuche, como tales.

9.- Ofrecemos unir la lucha por los Derechos Humanos, -que estamos dando- para la recuperación de una democracia plena y participativa, para todos; con la lucha del Pueblo Mapuche por lograr su reconocimiento como tal y a su vez, como sujeto legítimo, digno de reivindicar sus derechos colectivos, como una forma de reconocer y reconstruir confianzas, para alcanzar formas superiores de convivencia.

Queremos decir, que esperamos a partir de esta instancia de cooperación, hermanar nuestros esfuerzos, como ciudadanos integrantes de la Sociedad Civil y trabajar mancomunados con el Pueblo Mapuche, para que en un mañana que ojalá fuese hoy, las miradas de desconfianza, se transformen en un apretón de manos sincero o en un mari-mari, por igual.
Gracias hermanos mapuches, chaltumay pu peñi, pu lamgen por recibirnos.
Cuenten con nuestras manos limpias y nuestro oído atento, para seguir construyendo Historia que ya estamos haciendo.
Leído por Fernando Ulloa Valenzuela, estudiante de Historia en la Universidad de Chile el 18 de enero de 2007.

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