Lo que pasó por alto Pavlovic: lo de Araucanía es más histórico que periodístico
Lo que pasó por alto Pavlovic: lo de Araucanía es más histórico que
periodístico
8 de noviembre de 2012
Hartas reacciones generó el
reportaje “Zona Roja” de Informe Especial y a raíz de eso, la cara visible escribió una Carta. Es que se temía que fuese otro
desacierto al estilo del capítulo “Guerrilla en Arauco” de su símil Contacto. Y
en parte, lo fue.
Ayudemos a Pavlovic a “hacer
memoria”, como se dice. Ya en su canal, la defendida “independencia”, quedó en
entredicho cuando su colega Sergio Nuño del desaparecido programa “La Tierra en
que vivimos”, reconoció haber hecho un video corporativo para Celulosa Arauco,
en paralelo a su trabajo “pluralista y desinteresado”. ¿El resultado? Nuño cesó
relaciones con el canal justo después de un capítulo en Mehuin.
Ya que el corresponsal de guerra,
menciona al periodista Pedro Cayuqueo y lo cita argumentando las bondades del
ADI en la era de Piñera, aprovechemos de recordar que entre los gestores del
Enama (Encuentro Nacional Mapuche que se dio cita en el Casino de Temuco con la
presencia de autoridades regionales), está él como gestor y que una forestal
ciertamente aportó unos cuantos millones para financiar la iniciativa. Él mismo
lo admitió a regañadientes. Entre los convocantes, estaba además el cuestionado Hugo
Alcaman, un exuniformado de la Fach -que vistiendo manta de longko en vez de uniforme- llama a
instalar un aeropuerto inconsulto en el brumoso Quepe. Desde las comunidades
vecinas, en paralelo, señalan que nunca se le ha investido como autoridad tradicional. ¿A quién
creer? ¿Al que tiene pantalla?
Uno se pregunta muchas cosas,
siendo de la región. “Por algo habrá roto el partido Mapuche Wallmapuwen con
Cayuqueo”, dicen unos. Y tal vez “por lo mismo el sitio web está caído hace
unos meses”, piensan otros. Esos “aportes desinteresados de las empresas”,
permiten después acreditarse como verdes y sustentables. No lo sabrá Minera La
Escondida, que gustosa financia varias emisiones de TVN. Justo lo que piden en
los mercados extranjeros para adquirir productos, es en teoría, mantener buenas
relaciones con los locales. Carnavales en verano y contaminación el resto del
año.
Bien los saben Los Angelini y Los
Matte. Y de las noventeras ADI (Áreas de Desarrollo Indígena) también conocen.
Usted mencionó a las forestales, señor Pavlovic. Hay un ADI en Ralco que pasó con más pena que
gloria, en paralelo a la hidroeléctrica: siguen inundados los cementerios
pehuenches y los “avances” quedaron en papeles de Conadi. Por mientras, ya
rebautizaron Huequecura (sitio ceremonial “kuel”) como Angostura y están
ampliando Ralco. Un punto de los acuerdos que no se cumplió y de los primeritos tratados.
“Son indígenas chilenos”, escribe
don Santiago. Yo a él le preguntaría -por saber- si se siente croata, yugoslavo o chileno a secas. Como al fiscal Ljubetic Romero o a Davor, el
último quizás diga “puntarenense” antes que cualquier otra cosa y el primero
quizá desconozca el Alzamiento de noviembre 1881 (un día como hoy), de Esteban Romero (el mapuche).
A mí una cosa que me llamó la atención del reportaje, señor Pavlovic, fue que casi no apareciera el nombre del Fiscal Chamorro cuando intervenía. Hablamos del mismo fiscal que defiende el uso de testigos secretos o leyes de Pinochet; pero condena a los encapuchados mientras no se ve mucho que se investigue a Los Trizano.
A mí una cosa que me llamó la atención del reportaje, señor Pavlovic, fue que casi no apareciera el nombre del Fiscal Chamorro cuando intervenía. Hablamos del mismo fiscal que defiende el uso de testigos secretos o leyes de Pinochet; pero condena a los encapuchados mientras no se ve mucho que se investigue a Los Trizano.
Y si quiere más datos, don
Santiago, hable con historiadores, que lo de La Araucanía es más histórico que
periodístico; más proceso que coyuntura y más cultural que étnico; hay una
responsabilidad grande del chileno sureño en el asunto. Más allá del error
estatal de llamar a ocupar tierras “vacías” que tenían dueño, el siglo pasado y
antes… si midiéramos racismo en conversaciones, quedaríamos anonadados. Se lo
dice alguien de la zona con estudios en Santiago, he podido comparar.
Ahora, si consulta a
historiadores, hable también con antropólogos. Pero de los “buenos” (ya que
remarca usted esa distinción). No los que sobreviven a punta de informes de
impacto ambiental. Puros "impactos cero", en teoría. Y no vaya a creer todo lo
que dice Villalobos, porque para él ya no existen los mapuches que insiste en
llamar araucanos. Ojo con Tironi, el sociólogo. Él es el vocero de la empresa
de Celulosa y de las hidroeléctricas, columnista de El Mercurio como su yerno, sí, el suyo.
Usted que es viajero, no haga la
del flojo: encontrar la peor columna que le escribieron y criticarla. Hágase
cargo de las reacciones. De los maoríes creo que le comentaron poco, justamente
porque mostró el lado “poco conflictivo” de su situación colonial; a la inversa
de lo que hizo con los minutos iniciales dedicados a La Araucanía.
Debería estar curtido usted, en esto de las
desacreditaciones, don Santiago. A mí por ejemplo Cayuqueo, al que unos llaman
“El Edwards mapuche” me llamó: “huinca que no da el ancho” por consultarle por
qué no ha abordado el tema del conflicto entre una forestal de Angelini y los
mapuches costeros de Mehuín (lafquenches), justamente cuando surgió un pacto de silencio
entre la empresa y algunos afectados.
Si lo de las descalificaciones en Chile, es de larga data.
Sobre todo cuando hay tantos intereses económicos en juego y tan pocos
dispuestos a perder el trabajo o los beneficios del gobierno de turno. Internet,
abunda en informaciones que invitan a la duda, como el reportaje suyo. Uno puede leer por ejemplo, que uno de sus hermanos fue
agente de seguridad, en tiempos de Pinochet. Y ahí yo creo que es mejor preguntarle
directo a usted; para recién después hablar de delincuentes.
Lo de La Araucanía, más que histórico, antropológico o
periodístico, es “cuestión de fuentes”. Y también es negocio, como los: "basta de terrorismo... con el auspicio de" o de la boca de algún senador capitalino. Por eso mismo, mis reparos y consultas, señor,
para ver si conviene el trato de “don”, Santiago.
Atentamente:
Atentamente:
Fernando Ulloa Valenzuela
Licenciado en Historia
Universidad de Chile
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