Palabras que traspasan muros: Carta abierta a Pascual Pichun Collonao comunicador y prisionero mapuche
Palabras que traspasan muros:
Carta abierta a Pascual Pichun Collonao
comunicador y prisionero mapuche
17 de julio de 2010
¡Diez veces te saludo, Pascual! Me parece inoportuno preguntar cómo estás, pero te lo consulto de todos modos, ¿cómo te han tratado los gendarmes? Acá te saluda un lector, de esos que se dedican a la historia (a la cuestionada y mal vista Historia con mayúscula), esa que nos hace ser lo que somos. A la que muchos hacen el quite. Esa que nos une y según otros nos separa.
Espero que mis palabras lleguen antes que otra lluvia o un nuevo terremoto a esa cárcel donde te encuentras, desde que te detuvieron en Temuco el 26 de febrero de este año. A esa misma prisión donde te confinaron el 2003. Privación que tras un año de detención y un asilo posterior en Argentina entre los años 2005 y 2010, compartes con tus hermanos que hoy completan casi una semana en huelga de hambre en cárceles de Concepción, Angol y Temuco, arriesgando penas centenarias o la muerte, mientras algunos de los que desean verte encarcelado plantean indulto a violadores de Derechos Humanos. Imagino que la cárcel de Traiguén es fría y húmeda; y que quedó “terremoteada”, más encima, como el cementerio de allá.
Traiguén, Traiguén… “tierra de brujos” decían que significaba en Frontera, el libro del novelista Luis Durand que relata el avance chileno a punta de tinterillos y jamaica (el trago) después del Ejército. Eran tiempos donde el trigo hacía lo mismo que hoy los pinos y eucaliptus en la zona: arrinconar a la gente y despertar ambiciones. Usar Trayenko en vez de Traiguén, me han sugerido otros, más entendidos en la lengua. Quizás tú tienes versión propia del nombre del poblado, ¿por qué no? Yo sigo sin saber por qué el cerro que da la bienvenida, se llama Chumay. Te cuento que estoy bien, aunque se está poniendo helado y el aire es malo hace rato en Santiago.
Quiero conversar contigo a ver si las palabras le hacen el quite a los barrotes y traspasan muros. Para mí, Traiguén tiene dos caras. Me remite a unos antepasados enterrados en esos lados (uno de ellos muerto en el camino de un fundo que no era suyo) y la actual: la versión que nos dan los diarios, donde los mapuches de Malleco parecieran ser los malos, siempre. Pero la segunda no me la creo.
El problema es que los niños chilenos, en su mayoría, tienen la última versión instalada en la cabeza y los capitalinos peor, imagínate que se pierden en su propia ciudad, leen a Villalobos y El Mercurio (en el Sur disfrazado de Austral). Creen todo. Muchos no saben que Traiguén está a más de 3 horas al norte y al poniente, yendo en bus desde Temuco. Tampoco recordarán que allí instaló su tren eléctrico y sus molinos José Bunster alias “El rey del trigo” que era socio de Gregorio Urrutia el sucesor de Cornelio Saavedra –uno de los generales de la ocupación militar entre 1862 y 1883- para la construcción del Ferrocarril del Sur, ése que ya no corre.
Creo que tú también estás sospechando que Gregorio “el pacificador”, era en realidad “el negociante”, porque siendo el mandamás de la zona, terminó dueño de varios campos y con ganancias millonarias después de ocupar la Araucanía (para tu gente Ngulumapu o el lado occidental del territorio). Esos niños chilenos, tampoco saben que con suerte se entregó a un mapuche 6 hectáreas en promedio durante las “reducciones” o que se les confinó a 1/10 de lo que tenían antes de que se armaran fundos con más de 500 hás., que por cierto estaban prohibidos.
Bunster y Urrutia del siglo XIX vendrían a ser el equivalente a los Matte y los Angelini del siglo XXI, actuales reyes de la celulosa y los pinos. Leía que las forestales tienen plantado más de 5 veces el territorio que actualmente está en poder del Pueblo Mapuche. ¡Imagínate el agua que consumen sin pagarle a nadie! Aunque Piñera y Bachelet también tienen tierras en la zona y con casita de veraneo en Caburgua los dos, mira las coincidencias. Se les aguanta tanto: uno sin vender su canal de televisión hace meses y la otra en Sudáfrica excusándose de declarar por los errores del 27/F, refugiada tras la pelota de fútbol. No hay que pasarlo por alto, eso de que ex presidenta y presidente sean propietarios en Araucanía, también se puede considerar “conflicto de intereses” en su momento.
Lo negativo, creo, es que siempre se dice “Conflicto mapuche” en vez de hablar del conflicto que el Estado chileno ha mantenido con el Pueblo Mapuche a raíz de la ocupación y venta de tierras apropiadas en guerra. Ahora en julio juraron matar por la bandera chilena nuevos soldados; no sé si pusieron la bandera mapuche de testigo, pero debe haber habido más de un peñi uniformado. Son raras esas cosas, ¿no? Como que Painepan Parada, el mapuche dedicado a las ferreterías en Santiago (que desfilaba en la Elipse del Parque O’Higgins), sea ahora el director de Conadi, cuestionado por no rendir unos fondos, más encima.
¿Se te ocurre un equivalente para los tinterillos y los buhoneros del siglo XIX, Pascual? ¿Cómo ocurrieron las cosas en la Comunidad Antonio Ñirripil, del sector Didaico en Temulemu comuna de Traiguén? ¿Algún colono nacional o extranjero corrió sus cercos y se apropió de lo ajeno? ¿La contrarreforma agraria expropió lo que habían vuelto a trabajar los mapuches y pasaron los bosques por medio de Bienes Nacionales a manos de privados? Los tinterillos -bien sabes- eran esos que hacían ventas brujas de tierras con firmas sacadas a punta de engaños, aspirantes a abogados del siglo XIX y XX. ¿Andaban allá? Podrían parecerse a los que actualmente arriendan a 99 años terrenos que la Ley prohíbe enajenar (de eso no se salvan ni las dinastías de políticos regionales). Y claro, los buhoneros (esos antiguos comerciantes ambulantes) podrían ser comparables a los gestores del reciente “Plan Araucanía”, que vestidos de huasos con I-Phone, andan invitando a conformar “una región turística que conjugue lo forestal con lo industrial”. Raro, por decir lo menos. Pero en Araucanía saca aplausos de varios incautos.
Esa gente pretende ensuciar los ríos y el mar donde después se quiere bañar, ¿será porque veranean en el Caribe? ¡Quién entiende ese “emprendimiento”, ah! Terminó la mitad del “progreso” en el suelo con el terremoto sin que la zona fuera declarada “de catástrofe”, pero ahí van a la carga de nuevo, con bombos, vuvuzelas y platillos a tomarse fotos a las sedes vecinales. No sé cuántas rucas alcanzaste a ver destruidas, yo no encontré. Sí noté -como dices- caminos, puentes cortados y autoridades que llegaban sólo para posar con sus parkas rojas y subir las imágenes a Twitter o Facebook. Ahora aparecieron… porque antes de las elecciones, la Araucanía fue la zona menos visitada.
Mi impresión es que las rucas son antisísmicas y ustedes lo sabían desde antes; si repartieran ruka en vez de mediagua forrada en plástico, harto mejor estaría la gente. Pero nos convencieron de que somos europeos y nos dijeron que no teníamos que ser como “los indios”; así tal cual, bien despectivo. Entonces las personas construyen cosas que el primer “respiro de la tierra” (terremoto) manda al suelo. Es frágil nuestra memoria (como chilenos) y no va a ser frágil lo que hacen los ingenieros “en el aire de la desmemoria”. Son más “hacedores a la rápida” que “pensadores”, ¿cierto?
Volviendo al tema de Traiguén y tu encarcelamiento en el verano, los santiaguinos deben pensar que en Malleco todo el tiempo se puede ser víctima de una emboscada. Pero deben creer los mapuches hacen emboscadas, olvidando las trampas de los medios que cuentan lo que conviene a sus auspiciadores y anunciantes. Esa versión la reforzó un capítulo del programa “Contacto” el otro día. Mostraron lo que llamaron “Guerrilla en Arauco”, ni un solo mapa y largos minutos donde los mapuches eran encapuchados y violentos, nada más.
¡Ah, insistían en establecer nexos con las FARC de Colombia y ahora el gobierno de Piñera envió a Francisco Painepan a un foro a ese país, yo no entiendo! El santiaguino senador por Malleco Espina no salió denunciándolo. Entrevistaban a los fiscales y de tanto darles pantalla, resultaban reconocibles sus apellidos. Me quedé pensando si alguno es pariente de algún dueño de forestal “Santa Algo”, aunque sea lejano o aunque haya quebrado la forestal. Mal que nos pese, en eso han invertido algunas ex autoridades regionales, tomando el nombre del río que cruza Temuco. A los fiscales los presentan sólo con el primer apellido. El segundo, en más de un caso es de descendiente de colonos. Me temo que representaría un nuevo “conflicto de intereses”, ¡otro más! Dirás tú.
¿Cómo iban tus estudios de periodismo en Puelmapu? Pensaba la otra vez: “qué curioso es que La Plata sea un destino recurrente para los mapuches”. ¡Ah pero si era parte del Wallmapu! Así se explica que en el siglo XIX los grandes viajeros (¿nampülkafe se dice?) transitaran allá y acá con sus ganados. También se entiende que mucha de la gente del mismo Kallfükura (el poderoso mapuche del Llaima que con sus 8 mil hombres armados pudo destruir Buenos Aires y no lo hizo), proviniera de Araucanía y terminara sus días por esos lados.
¡Tantas lecciones que puede sacar uno cuando habla (o escribe en este caso)! ¿No? Yo lamento que en la región sean tan poco dados a una conversación de esas con el mate en la mano, a esos trasnoches que enseñan de verdad el respeto (y mucho más que una escuela de jornada completa, bicentenaria o con un notebook por niño). Los chilenos estamos entendiendo, en todo caso. Aunque muchos crean que sólo se necesita mapuches interculturales (cuando los que necesitamos formarnos en esas lides, somos nosotros, para aprender a convivir con alguien distintos). Te habría gustado ver el respeto por el We Tripantü recién pasado. Han querido hacerlo comercial, pero conserva su esencia de limpieza, petición, recuerdo y agradecimiento. Ha trascendido lo familiar, es cierto, en Santiago escuché de una iglesia que invitaba a un carnaval por San Juan, disfrazado de Año Nuevo mapuche, la pillería da para todo.
A todo esto, te escribo desde Santiago pero no pertenezco a esta ciudad; soy de Temuco, me vine a estudiar, así como tú, tuviste que partir después que persiguieron a tu familia. Yo en cambio, lo hice porque acá se enseña más que en la región (sobre la región). Lamentable pero cierto.
Vi hace un par de años el documental “El juicio de Pascual Pichun”, el del perseguido lonko, tu padre. ¡Qué injusticia más grande todo lo ocurrido en adelante! La detención de tu hermano Rafael y la tuya, de manos de esos patrones de fundo con corbata! Ese ex ministro ¿radical? De “La alegría ya viene”. Tanta artimaña para acabar con la libertad en Temulemu, ¡y proveniente de gente ligada a las letras de Neruda! Más a los negocios que a las letras de la Fundación… en todo caso. Se trata de hombres de “leyes tomar”, de “leyes al cinto”, parece. Por eso la pinochetista Ley Antiterrorista de 1984, en su versión “reload” se centra en mapuches, es idea de ellos. Y qué decir de Aniceto Norin Catrinao, lonko perseguido de la Comunidad Lorenzo Lorin (¿era Norin? ¿La escribieron mal en algún registro antiguo?) En Didaico, Traiguén. Mandado a encarcelar por los mismos de Santa Rosa de Colpi y Fundo Nancahue; y también con documental que no han pasado por televisión abierta: “Aniceto. Razón de Estado”. Absueltos ambos y vueltos a condenar tras las presiones personales de la gente con “contactos” en el mundillo judicial.
Te contaba que nací en Temuco y que no soy mapuche (hasta donde he podido saber). Pero eso es una ilusión en Chile. Es cosa de mirarse al espejo con un poco más de atención de la que acostumbramos, para notar que no somos lo que quieren hacernos creer: jaguares en vez de pangi o nawel. Y en ese sentido no tendríamos por qué sentirnos más o sentirnos menos, pero no tenemos una palabra que nos esté recordando que somos gente. Leía ahora tus comunicaciones constantes y como sureño pensé: “la respuesta no puede ser silencio”. Por eso te escribí esto, que no es gran cosa, pero es un eco que dice: estamos atentos.
Suficiente miedo, frío y hielo hay en la zona como para no romperlo un rato; como para no dar la cara o el nombre y ofrecer unas palabras. Si luego caen sobre uno las falsas acusaciones, sólo por escribir verdades; más claros se tornarán los abusos de poder en el Sur. Costará que algunos entiendan que aunque no haya fogón, los antepasados nos están mirando. Los míos hablaban mapuzugun sin ser mapuche -en apariencia- Pascual. De hecho uno bien antiguo llevaba tu nombre, por eso creo también, que te escribo. Me recuerdas que en un tiempo no tan lejano, no nos llamábamos distinto.
Te envío desde acá fuerzas y un saludo. El trencito eléctrico de la foto es todo el progreso que proponían los diputados de la época de la ocupación; no se preocuparon del lastre, un pesado carro que aún cargamos. El ferrocarril del Sur de Urrutia y su socio Bunster era más grande y tiraba humo. Diez y diez saludos envío, para que concuerden con las veces que te levantarás para seguir luchando por lo que es justo: la libertad de tu pueblo, que es también la tuya. Hasta luego.
Fernando Ulloa Valenzuela
temuquense
Licenciado en Historia Universidad de Chile
Publicado en Periódico Mapuche Azkintuwe (El Mirador) http://www.azkintuwe.org/julio195.htm
Informativo Mapuche MapuExpress http://www.mapuexpress.net/?act=news&offset=12
Memoriando.com http://www.memoriando.com/noticias/1301-1400/1331.html
Information Mapuche Chile http://aureliennewenmapuche.blogspot.com/2010/07/palabras-que-traspasan-muros-carta.html
Nativos del Sur http://nativosdelsur.blogspot.com/2010/07/palabras-que-traspasan-muros-carta.html
PiensaChile.com http://www.piensachile.com/content/view/7384/2/
Argentina Indymedia http://argentina.indymedia.org/news/2010/07/742529.php
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